Pep y Sara buscaban la casa más ecológica y efectiva que se pudiesen permitir. También querían un gran espacio donde pudiesen socializar con invitados. La casa de dos pisos presenta una estructura enteramente de madera y cerrada con termoarcilla, para reducir su huella de carbono.
La apropia apertura de ventanas y la ventilación cruzada permiten mantener la casa fresca en verano y caliente en invierno. Drásticamente reduciendo la necesidad de refrigeración y calefacción, siendo esta última una caldera de biomasa a través de suelo radiante. Paneles fotovoltaicos en la cubierta permite a la casa recolectar su propia energía.
Mientras que el uso de cubierta verde aumenta la inercia térmica y aislamiento de la cubierta. En el centro de la casa, un doble espacio enmarca la minimalista escalera metálica, que organiza la casa.