Arazas es un pequeño afluente del río Ara, el último río salvaje del Pirineo aragonés. En su corto recorrido atraviesa uno de los parajes más hermosos de Pirineo. Un lugar al que nadie pertenece, pero todos pueden ir.
Arazas Arquitectura nace con la el objetivo de intensificar la relación de nuestras actividades cotidianas con la naturaleza y harmonizar sus intercambios.
Para alcanzar una relación sostenible y permanente con la naturaleza, Arazas se adhiere al pensamiento de David Holmgrem, que propone una ética básica expresada en tres puntos.
Sobre estos tres pilares éticos se asientan los principios de diseño, que a su vez ayudan a identificar y diseñar soluciones. Estos principios están basados en observaciones sobre como se comporta la naturaleza extraídos del campo interdisciplinar de la ecología, denominado Ecología de Sistemas.
Arazas Arquitectura se compromete a crear una solución que, siguiendo los principios anteriores, sea a la vez, específica y personalizada al contexto del cliente, su problemática y sus valores culturales. Adaptando sus necesidades al contexto, la cultura y el entorno natural del lugar donde va a desarrollar sus actividades. Y realizar este trabajo con un trato directo, cercano y honesto.